Siete seminaristas fueron presentados como nuevos postulantes a Órdenes Sagradas en una solemne Eucaristía en la Catedral San Juan Bautista.
El pasado sábado, 22 de febrero de 2025, la Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico dio la bienvenida a siete seminaristas como nuevos postulantes a Órdenes Sagradas durante una solemne Santa Eucaristía en la Catedral San Juan Bautista. La ceremonia, presidida por el Obispo Diocesano, Rvdmo. Rafael Morales Maldonado, marcó un paso significativo en el camino vocacional de Norma I. Crespo Malpica, Xait García Antongiorgi, Isabel Lynn Ramos, María D. Montañez Colón, Luis Ayabarreno Lasanta, José Miguel Rodríguez García y Meredith Arzola Tollens. Durante la ceremonia, el Obispo Morales Maldonado confirió el postulantado a los seminaristas, quienes recibieron el cuello clerical rayado, distintivo de su nueva etapa de compromiso con la Iglesia y su misión pastoral. Este símbolo representa su entrega al servicio ministerial y su disposición a continuar con el discernimiento vocacional bajo la guía de la comunidad eclesial.
El camino al las órdenes sagradas en la Iglesia Episcopal implica diversas etapas de formación, oración y acompañamiento. Con el postulantado, estos seminaristas reafirman su compromiso con Dios y con la comunidad, dando un paso más en su preparación para servir al pueblo de Dios. La Iglesia los acompaña en este proceso con apoyo espiritual y pastoral, asegurando que cada uno de ellos reciba la formación y el respaldo necesario para su misión.
Este acontecimiento subraya la importancia del llamado vocacional y el compromiso con la misión de la Iglesia en Puerto Rico. La Diócesis Episcopal continúa fortaleciendo su labor pastoral y social, guiando a nuevos líderes espirituales que contribuirán al crecimiento y fortalecimiento de la comunidad de fe.
Se invita a toda la comunidad a unirse en oración por estos nuevos postulantes, para que Dios les conceda fortaleza y sabiduría en esta etapa de discernimiento y servicio. Que su dedicación y entrega sean un testimonio vivo del amor de Cristo en el mundo.
