La Misa Crismal, celebrada el pasado martes, 15 de abril en la Catedral Episcopal San Juan Bautista, de Puerto Rico, fue un momento de profunda oración, discernimiento y renovación espiritual, donde el clero renovó de su compromiso ministerial. Se bendijeron los santos óleos que serán utilizados en el desarrollo de la vida sacramental en todas las feligresías de la diócesis.
Esta celebración litúrgica fue presidida por el Sr. Obispo, Rvdmo. Rafael L. Morales Maldonado en donde se reunieron todos los miembros del clero: sacerdotes, diáconos y laicos.
Los Santos óleos son signos visibles de la gracia de Dios, que ayudan al fortalecimiento espiritual de quienes lo reciben.
- El santo crisma es una mezcla de aceite de oliva con bálsamo, se emplea en el Bautismo, la Confirmación y la Ordenación sacerdotal, representando la presencia del Espíritu Santo y la consagración especial de los fieles a la Misión de la Iglesia, a fin de proclamar las buenas Nuevas del Reino.
- El óleo de los enfermos ofrece consuelo y sanación a quienes enfrentan enfermedad o fragilidad humana, acompañándolos en su sufrimiento y otorgándoles paz espiritual.
La bendición de estos óleos forma parte de la función de la Iglesia en el acompañamiento espiritual de sus fieles, asegurando que los sacramentos sean un medio de gracia y fortaleza en la vida de la comunidad cristiana.
El Obispo Morales Maldonado resaltó el papel fundamental del clero en la vida espiritual de la diócesis y la importancia de los sacramentos en la renovación de la fe. La bendición de los santos óleos significa el compromiso de la Iglesia con el acompañamiento sacramental de los fieles y su Misión Pastoral en la comunidad. Con un llamado al compromiso y la reafirmación de la fe, el evento concluyó destacando la importancia del servicio pastoral en tiempos de desafíos.
La Misa Crismal no solo fortalece la vocación del clero y la conexión de la iglesia con sus feligreses, sino que también prepara a la comunidad para la celebración del Triduo Pascual.
¡Oremos unidos por la Misión de la Iglesia y la santificación del Pueblo Dios!
