El pasado domingo, 13 de abril, la Diócesis Episcopal de Puerto Rico se unió en celebración para conmemorar el Domingo de Ramos, dando así inicio a la Semana Santa, tiempo de recogimiento, contemplación y renovación espiritual.
En la Catedral Episcopal San Juan Bautista en Santurce, la jornada comenzó con la tradicional Procesión de las Palmas, en la que participaron los feligreses que recorrieron las calles cercanas proclamando con gozo: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” Este acto simbólico evocó la entrada triunfal de nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén, y marcó el tono reverente de la celebración.
La Santa Eucaristía fue celebrada por el Rvdmo. Rafael L. Morales Maldonado, Obispo Diocesano, en una ceremonia bilingüe que expresó la unidad y diversidad de nuestra Iglesia. Durante su homilía, el Obispo recordó que este día es un llamado a reconocer el amor redentor de Cristo y a disponernos espiritualmente para vivir con profundidad el Misterio Pascual. “Hoy damos inicio a la Semana Santa, un tiempo de reflexión sobre el amor y sacrificio de Cristo”, expresó.
Esta celebración estuvo enriquecida con la presencia de los ministerios diocesanos, quienes con su testimonio y servicio reafirmaron el compromiso de la Iglesia con la misión de proclamar el Evangelio. Estuvieron presentes:
- Las Juntas Parroquiales y Comités de Misión
- El Ministerio de Tejedoras
- Las Sociedades de Hombres Episcopales
- Las Sociedades de Mujeres Episcopales
- El Ministerio Juvenil
- Los Cursillistas de Cristiandad
- Entre otros grupos representativos de nuestra comunidad eclesial
La Catedral se llenó de fieles que, con corazones abiertos, vivieron con devoción este momento especial del calendario litúrgico. El Domingo de Ramos no solo nos recuerda la aclamación del pueblo a Jesús, sino también la invitación constante a seguirle con fidelidad, humildad y esperanza.
Con esta Santa Eucaristia, la Iglesia Episcopal en Puerto Rico reafirma su compromiso de caminar juntos como Cuerpo de Cristo, fortalecidos por la Palabra y el Sacramento, y acompañados por los diversos ministerios que enriquecen la vida de nuestra Diócesis.
