En la ciudad de Ponce, un proyecto de amor y servicio conocido como “Happy Kitchen” está marcando una diferencia significativa en la vida de las personas sin hogar y en desamparo social. Este proyecto, el cual es una iniciativa de Servicios Sociales Episcopales, va más allá de la mera alimentación; se trata de un lugar de encuentro, de escucha y de apoyo emocional y espiritual.
Desde su apertura el pasado 15 de mayo, la cocina social ha logrado un impacto positivo inmediato. La meta de servir a 100 personas para agosto fue alcanzada en un mes, reflejando la respuesta entusiasta y la necesidad evidente de la comunidad. A pesar de los retos, como la necesidad de donaciones y un mayor reconocimiento en la comunidad, Kris Echevarría, director asociado, se muestra optimista. La esperanza es que, a medida que la iniciativa se dé a conocer, más personas se unirán a esta noble causa.
El compromiso de esta labor social es representar el amor cristiano en acción, ofreciendo servicios integrales que buscan mejorar las condiciones de vida de individuos y familias con diversas necesidades. Su visión es convertirse en un modelo de excelencia en la prestación de servicios de calidad, como parte de la obra social de la Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico.
La dedicación del equipo con la comunidad es profunda y constante. El programa se dedica a alimentar a las personas vulnerables en Ponce todos los días y ha sido destacado en entrevistas, como la realizada para el Programa Senderos. Además, han sido reconocidos por su hermoso servicio y por bendecir a la comunidad a través de su organización.
La comunidad puede colaborar a través del voluntariado, donaciones de alimentos, ropa, artículos de primera necesidad y contribuciones económicas. Cada aporte es valioso y ayuda a fortalecer el proyecto.
Para más información o para hacer una contribución, visite Happy Kitchen en el Antiguo Hospital San Lucas, Calle Guadalupe Final #200, Ponce, o llame al 787-675-3700.